Las encuestas y el indulto a Alberto Fujimori

30 10 2012

Cierto es que Sartori define los espacios democráticos como el «gobierno de la opinión pública», pues solo hace falta que el ciudadano posea una para que eche a andar la maquinaria democrática moderna: podemos opinar y valorar diferentes cuestiones haciendo uso del raciocinio y del derecho a hablar que nos asiste por los diversos canales que la época pone a nuestra disposición. El problema entonces es que para tener una opinión sobre algo es necesario que uno primero la forme.

Por supuesto que eso no interesa cuando se trata de hacer encuestas. Hace unos días vi que la web del Comercio anunciaba que la gran mayoría de peruanos estarían a favor de darle el indulto al condenado Alberto Fujimori. Inmediatamente pensé en dos cosas: primero en qué podía estar pasando para que la mayoría supuestamente quiera revertir la justicia cuando es aplicada, si lo primero que uno puede encontrar en los noticieros es que las personas piden precisamente justicia y lo segundo fue quién y cómo lo habían preguntado.

Resultó ser que Apoyo desmintió al Comercio horas más tarde, aunque pasamos de tener un 62% favorable al indulto a un aún importante pero mucho menor 43%. En fin, si el titular de la noticia es que el 62% apoya el indulto humanitario, uno esperaría que la pregunta haya sido esa, pero no, la encuestadora plantea de inicio la pregunta sobre qué hay que hacer algo con el reo, nunca si se piensa que es correcto o no el indulto:

APOYO FUJI 21

Tenemos entonces no solamente un titular de periódico tendencioso, sino también una encuesta que lo es.

Queda claro que el objetivo de la encuesta es mostrar un producto irrebatible, el número, que sirve de herramienta para hacer más difícilmente objetables las interpretaciones que se dan de él; es decir, la encuesta no explica, pero el dato planteado da pie a la fantasía de la verdad. Por ejemplo aquí el dato es el número que presenta Apoyo, que no pregunta sobre la posición de la gente frente al indulto, ni sobre si se sabe cuáles son las condiciones legales o las mismas condiciones de carcelería del reo sino sobre «qué hay que hacer con Alberto Fujimori» y la interpretación supuestamente verdadera de ese número es la de El Comercio cuando dice (aún falsamente) que la mayoría de peruanos es favorable a él.

Es curioso porque al lado izquierdo del espectro político las explicaciones no son tan claras, pues las encuestas que muestran un apoyo masivo de la población a las medidas de la Municipalidad de Lima, como la Reforma del Transporte o la mudanza de «La Parada» no se condicen con el la aprobación de la alcaldesa.

Las encuestas tienen, entonces, una doble utilidad: por un lado, como vemos, tienden a sensibilizar a la población sobre un tema en particular allanando el camino para llevarlo a cabo desde los lugares de poder y por otro previene de dar algún paso político potencialmente amenazante para la «gobernabilidad», que no es más que vulgar populismo, o mejor dicho «populacherismo»: el juego (anti)político se gana en balanceando los dos lados mientras se llevan las cosas al espectro público para dar cuerpo, digamos, al sueño democrático.